La nueva pelicula de Darren Aronofsky que en México se llama "La Ballena", es protagonizada por Brendan Fraser, cuya actuación ha llamado mucho la atención en distintos foros en los que se ha presentado. ¿Pero es tan buen su actuación?
Los temas de Darren Aronofsky siguen presentes, una especie de caida de una estrella de tiempos pasados, ese largo proceso de decadencia personal y profesional que lleva a los antiguos heroes a besar el suelo, como nos lo presentó en al menos dos de sus películas anteriores, El Luchador y El Cisne Negro, en las que sus protagonistas ven caer su prestigio personaly profesional, en una especie de viacrucis que no necesariamente los lleva a la resurrección, pero si los redime como opositores al statu quo, son personajes que se niegan a dejar sus pasiones solo por que la sociedad les dice que su mejor epoca ya ha pasado.
Con The Whale, el maestro Darren intenta ocupar ese mismo viaje que hace un héroe hacia el abismo, usando la regla del Save The Cat a la inversa, es decir en vez de querer empatices con un personaje busca que su tragedia personal te parezca grotesca, detalle que habia logrado de forma muy contundente con The Wrestler, con el personaje de Mickey Rourke.
Mi opinion general es que se trata de una clara muestra de que esa fórmula para Aronofsky ya quedó agotada, y es momento de que ese gran autor explore nuevos temas para inspirar su claro gusto por las tragedias, por que en este caso la pelicula me pareció claramente fallida, con excepción de que que hay un par de buenas actuaciones la de Fraser y la de Sadie Sink, que representa a su hija.
Pero definitivamene me parece la versión más débil de esa misma fórmula, que la había conseguido mucho mejor en sus peliculas anteriores, por lo tanto creo que el maestro Darren debería buscar otras cosas a las que aferrarse, por que callidad es indiscutible, me pregunto como seria si retomara su primer estilo aquel de Pi El orden del caos.
Por lo pronto me parece que en esta ocasión resulta altamente decepcionante y que la crítica la ha sobrevalorado erróneamente princiipalmente por esa capacidad de su autor de hacer que sientas lástima por las historias de sus protagonistas.
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