El magistral tercer capítulo de la Cuarta temporada de Succession nos ha dejado una obra de grandes dimensiones en cuestión de dirección y escritura en cuanto a series de Televisión se refiere, sin duda entra en esa categoría de momentos que serán recordados por años tanto para los profesionales de la industria como para los fans.
El capítulo es dirigido por Mark Mylod y coescrito por Jesse Armstrong y Miriam Battye. Mylod ha dirigido algunos capítulos de Game Of Thrones, un largometraje The Menu y varias otras series de Tv; Battye tiene tres episodios dirigidos en Succession y es creadora de una serie llamada Find a Partner. Seguro les lloverán propuestas individuales y los interesados en la buena escritura y el buen nivel de Tv estaremos ahí para seguir sus pasos.
Los spoilers vienen a continuación así que si no lo has visto corre a verlo y retorna.
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Ahora si una vez anunciados los Spoiler Alerts vamos con ello:
En este capítulo vemos la llegada de los invitados a la Boda de Connor Roy, así se titula el capítulo y en la sinopsis oficial no se nos ofrece ninguna pista de lo monumental que va a ocurrir.
Esa colocación de las piezas en torno de la boda de Connor y el viaje de Logan en avión para reunirse con el personaje que comprará su empresa son el preámbulo de una secuencia de 50 minutos en la que todo gira como ruleta sobre una llamada que recibe Roman en la que Tom le dice que su padre se encuentra muy grave y que le están dando primeros auxilios.
Impactante la manera de construir la tensión cuando por fin se nos da la noticia, Logan ha muerto, el show se convierte en un duelo de actuaciones entre los tres hijos que confundidos e incrédulos intentan dar algunas palabras finales a su padre mientras el cuerpo del magnate solo responde y se mueve con los electrodos conectados a su pecho.
Tom a bordo del avión intenta ser lo más descriptivo y discreto posible al l mismo tiempo que trata de calmar la ansiedad de los hijos Roy que desesperados van cayendo poco a poco en cuenta de lo que ha pasado.
Es una forma monumental de elaborar tensión dramática y de involucrarnos como espectadores a un nivel muy efectivo y sutil, que nos sacó de contexto a todo mundo por la forma tan inesperada y tan poco anunciada por eventos anteriores incluso en el mismo capítulo, no había ni sombra de lo que podría ocurrir.
Ahora se viene una guerra total en la que las cabezas de la hidra han quedado separadas por fin al tronco que las mantenía juntas y los hijos Roy se pelearán a muerte por conseguir ser los mejores ubicados en el reparto de la riqueza de su padre.
Simplemente un aplauso a este capítulo y a esta serie, los creadores han conseguido algo brutal.
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