A estas alturas de la temporada de premios la película de Johnathan Glazer, La zona de Interés, se encuentra en un estado de gracia, ya ha sido premiada en diferentes festivales, academias y asociaciones de críticos en diversas partes del mundo y se ha visto en los escenarios más relevantes del mundo cinéfilo, yo tuve la oportunidad de verla en el Festival de Morelia 2023, y sin duda me di cuenta que estábamos ante una de las perspectivas más interesantes del año.
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Por su puesto hay pocas cosas nuevas bajo el sol, Glazer hace uso de un recurso que Hitchcock entre otros muchos han utilizado en la forma de construir la estructura de una historia.
Como lo hizo el maestro Alfred, que a su vez lo sacó del libro en el que basó su obra La Soga (The Rope) en la que existe un elemento de la historia, una pared de esa arquitectura dramática, que el público ya conoce pero no todos los protagonistas la conocen.
En Hitchcock es un cadáver en el baúl que por obvias razones, convierte una reunión de estudiantes cualquiera en un interesante thriller en el que ese baúl es la mesa del banquete.
Glazer hace algo así en una escala mucho mayor y aquí es donde les recomiendo no seguir este video hasta ver la película.
A partir de este punto este video contiene Spoilers
Fui afortunado de saber muy poco del argumento de este film y entrar casi en blanco a verla en mi segundo día en el festival de Morelia y ese detalle resultó muy rico para mi disfrute de la película, pues la gran revelación en la que se basa la tesis de este argumento me pegó con fuerza.
¿De qué va? trata de una tranquila familia alemana que disfruta de un día de campo en las verdes praderas al lado de un río, en el que se bañan y disfrutan el paisaje, por la tarde regresan a la casa y nos enteramos paulatinamente, que el padre de familia es un soldado Nazi, y que su hermosa casa rural, se encuentra a la puerta de Auswitch en Polonia, un lugar trístemente célebre por ser uno de los más sanguinarios campos de exterminio nazi durante la SGM.
Es una cachetada dramática, un puñetazo entre los ojos para el espectador que tiene una mínima idea de lo que fue Auswitch y eso genera en la mente del espectador la pared faltante de la estructura argumental de la película, que lo cambia todo, todo lo cotidiano, todo lo tranquilo que podía vivir una familia, a la manera común, no lo es, es más bien una exposición de ese otro lado del poder, del otro lado de los regímenes autoritarios y asesinos que igualmente tenían familias, casa, hijos, visitas, días de campo, días de alberca, sin importarles el horror de la guerra por que 1) no lo sabían o 2) no les importaba.
Como espectador te encantará la fotografía, la dirección, y las actuaciones, especial atención a Sandra Huller, que giran en torno de un episodio muy conocido en la historia del mundo y las dolorosas consecuencias, de todo aquello parecido a un campo de exterminio humano y que ha sido parte de todas las grandes civilizaciones, cuyas prácticas deberían ser parte del pasado pero que tienen efectos similares en las recientes guerras tanto en Palestina como en Ucrania.
A partir de ello se pueden hacer muchas reflexiones, pero eso se los dejo a ustedes, aquí yo me remito a decirles que sin duda es de los mejores guiones del año, hablada en polaco y alemán la mayoría del tiempo compite como favorita en la categoría del Oscar como Mejor película internacional.
Si te gusta la historia universal, si te gusta la estructura dramática, el guion de cine, tienes que ver esta película es visita obligada.

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