Una reinterpretación del conocido mito mesoamericano de
la Llorona es volteado de cabeza para contarnos la historia de los abusos de la
dictadura militar en Guatemala y las consecuencias que deberían ocurrir o no
contra los culpables del genocidio de diferentes pueblos indígenas.
La historia se centra en la vida de un veterano general
militar del ejército guatemalteco que en décadas pasadas participó en actos
genocidas en los que asesinaron a miles de personas de pueblos indígenas con el
pretexto de encontrar a los integrantes de las guerrillas insurgentes
opositoras al gobierno de aquel periodo. Lo interesante es que estos hechos si
son reales y no solo en el contexto guatemalteco sino en diferentes partes de
Latinoamérica.
Dicho general está siendo juzgado ante los tribunales
de su país mientras a fuera de su casa se realizan protestas fuertes de reclamo
contra este asesino del pasado, este hecho provocó que los empleados de su
mansión renunciaran a seguir dándole servicio.
Todos los empleados se van menos la empleada que tiene
más años trabajando para él, ella es una indígena Maya que fue llevada a
trabajar ahí desde que era niña y es de toda la confianza de la familia, por lo
que le encargan conseguir nuevos empleados para atender las necesidades de la
casa.
A esta llamada atiende una misteriosa jovencita
indígena de rostro tímido y de pocas palabras cuyo atuendo y actitud se van
desenredando poco a poco al correr de la trama mientras que comienzan a suceder
una serie de hechos que rayan entre la locura y lo sobrenatural, entre los
deseos de venganza y la absurda realidad.
La leyenda se utiliza como vehículo de una posible
venganza de las víctimas contra los autores de la masacre y el genocidio, pues
las autoridades y las instituciones de justicia no son capaces de procesarlos y
juzgarlos ni en la película ni en la realidad.
La Llorona film del director guatemalteco Jairo
Bustamante, es una metáfora sobre los deseos que tienen las víctimas de
diferentes injusticias de que se castigue a los culpables de los crímenes del
pasado y las esperanzas de que se muestre la verdad sobre los hechos de los que
fueron presas.
La Llorona es una película de excelente manufactura de
producción se nota un claro oficio del director, una fotografía sobria, precisa
y por momentos espectacular, actuaciones de un nivel bastante alto, natural y muy
verosímil en todos sus aspectos y unidades por separado, es un gran casting sin
duda.
La mayor virtud que le veo es la construcción narrativa
desde el guión, no es una película de terror común es más bien un thriller
político resultado de una reinterpretación-mezcla de la realidad de la
dictadura y sus consecuencias con la leyenda antigua de la Llorona en la que
una mujer llora por sus hijos muertos en las noches, aquí se trata de algo muy
parecido, se trata del dolor que ese genocidio dejó en la sociedad y particularmente
en los pueblos indígenas donde fue más cruenta la labor asesina del ejército,
la sociedad es la madre y los hijos por los que llora son los muertos de ese
genocidio.
Comprendo completamente porqué estaba en la pre lista
del Oscar a mejor película internacional
y en una comparación desde mi humilde opinión La Llorona es mejor que la
película danesa ganadora (Druk), los valores de dirección, producción,
actuación y guión que aquí vimos son de alta calidad y en mi perspectiva se
convierte en una de las mejores películas que he visto en este 2021 en México
por lo que no dudaría en recomendarla y los convoco a que corran a verla en los
distintos lugares donde puedan acceder a ella.
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