Retrato de Una Mujer en LLamas es una película que ha hecho correr mucha tinta desde que se estrenó en el Festival de Cannes 2019, premiación en la que resultó ganadora del premio al mejor guión y actualmente se encuentra en algunas plataformas de Streaming.
Si te gusta descubrir historias que se comprometan con tu inteligencia como espectador, si te gustan las historias de amor, intensas, complejas, y eres fan del cine francés, está sin duda te va a encantar, pero si no lo eres también pues te atrapará desde su planteamiento como una intrigante pintura que te invita a adentrarte en sus colores, sus formas y su significado.
No es una historia que maneje el clásico romance de películas de comedia o melodrama y lo interesante es que utiliza un estilo fotográfico bellamente construido que provoca la sensación de estar en una pintura en movimiento con atardeceres en tonos azules y morados y paisajes campestres de trigo amarillo de donde surgen inesperados movimientos de los personajes.
Cuando pensamos en historias de suspenso nos vienen a la cabeza películas cercanas al terror, contextos policiacos o asesinos seriales, Retrato de una mujer en llamas, el 4to largometraje de Celine Sciamma nos presenta un tipo diferente de suspenso.
En 1790 Marianne (Noémie Merlant) una joven pintora es contratada para realizar un retrato de una mujer en la víspera de su matrimonio, Heloise (Adele Haenel), pero resulta que la clienta no se deja retratar por cualquiera por lo que tendrá que arreglárselas para realizar esa pintura sin que ella se de cuenta. ¿Bello suspenso no?.
Mientras que Marianne se las ingenia para conseguir un primer boceto del retrato de Heloise ambas van conviviendo de manera muy cercana hasta conocerse a detalle, de una forma en la que no les quedó de otra más que enamorarse perdidamente.
Es una historia de amor de época construida con la sutileza del proceso que conlleva la creación de una pintura y con una mirada específica del placer, de la intensidad sensible necesaria para caer víctima de un complejo y femenino cupido.
El film analiza diferentes momentos sobre lo femenino que van desde el amor, la identidad, el cuerpo, la maternidad, la sexualidad y el matrimonio en una época en la que la ingenuidad era parte crucial de la vida social.
Es necesario experimentar esta historia de manera personal como espectador para disfrutar de sus detalles y contarlos sería arruinarles el gusto de vivirlo por ustedes mismos.
La música es muy importante en la apreciación general de este film, la directora nos marca dentro del plano discursivo dos momentos cruciales en la trama amorosa exhibidos de forma sonora muy potente y que representan desde mi punto de vista dos clímax uno de subida y otro de bajada que si conectas con ellos te harán de esas cosquillas en la cabeza que no olvidarás con facilidad.
Esta historia es una anécdota contada desde una perspectiva totalmente femenina, su directora Celine Sciamma es también su guionista y recibió en Cannes el premio al mejor guión de la mano de un jurado en el que se encontraban Alice Rohrwacher, (directora y escritora de Lazzaro felice), Yorgos Lanthimos (El sacrificio de un ciervo sagrado y La Langosta), Pawell Pawlikowksky (Ida y Cold War) y presidido por Alejandro González Iñárritu.
De manera que no era un jurado cualquiera de guionistas y directores sino que se trata de varios cineastas que han participado en algunos de los mejores guiones de los últimos años.
El guión de Sciamma va dejando pistas intencionalmente dentro de diferentes momentos proponiendo al espectador que al recogerlas y juntarlas construya en su cabeza la imagen completa y se vaya fascinando con sus detalles.
Sin embargo en mi perspectiva la mayor virtud de la película, y en lo que yo me centraría es en darle mucho más valor a la dirección de escena bajo la cual se desarrolla con enorme destreza, sumergiéndonos en su estilo pictórico y su composición visual, utilizando la cámara como un pincel consiguiendo que el reparto coral, sea como un concierto de cámara –en el sentido de que se trata de un reparto con muy pocos actores y actrices– nos lleven de manera muy natural por esta obra de época cuya producción es de gran manufactura. Lo que debe quedar claro con este film es que Francia tiene en Sciamma a una directora con gran talento y que si es capaz de ofrecernos joyas como esta en su corta carrera imaginemos que su obra maestra aún se encuentra en la paleta mezclándose para encontrar su mejor color.
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