La figura de Todd Field podría ser base de una trivia de cualquier juego de mesa tipo maratón de preguntas cinematográficas sobre historia del cine y datos curiosos, como el de que participó como actor de reparto en la última película de Stanley Kubrick "Eyes Wise Shut", en la que interpreta a un enigmático pianista que lleva al personaje de Tom Cruise a aquella fiesta legendaria de máscaras medievales y orgías aristocráticas.
Pero el punto aquí es que Todd Field dirigió "Tar" una de las mejores películas del año protagonizada por una descomunal Cate Blanchett, en la que representa a Lydia Tar una ficticia directora de orquesta que se encuentra en la cima de su profesión al ser la Mujer Alfa en la Filarmónica de Berlín una de las más importantes del mundo.
Desde el inicio Todd Field nos propone participar de una narrativa poco convencional en la que los créditos iniciales inusualmente largos, esto asumo que con la intención de que apreciemos la música de apertura y observemos expectantes los créditos musicales de la película y algunos de los principales del film para irnos sacudiendo y preparando para entrar en la historia.
Lydia Tar tiene una relación de pareja con Sharon (Nina Hoss) con la que tiene una hija, la segunda es a su vez violinista e la orquesta. De inmediato entramos en el mundo interpretativo de Cate Blanchett, a quién le bastarían los primeros 15 minutos de la película para superar a cualquiera de sus contendientes a ganar el Oscar. Sumado a esto la escritura de Todd Field es una bola de nieve de herramientas para el lucimiento de esta gran actriz.
Lydia Tar es un personaje que se nos presenta como alguien muy segura de si misma y que se sabe en la cúspide de su disciplina artística, alcanzó el éxito por su talento pero sobre todo por esa capacidad de ir borrando del camino a sus adversarios y colaboradores que no le rindieran pleitesía y reverencia.
Uno de los temas principales es sobre esa disyuntiva que se presenta cuando un autor top de cualquier profesión tiene en su biografía y en su comportamiento personal, en sus relaciones afectivas y profesionales una conducta reprobable desde diversos puntos de vista y por la que puede ser duramente juzgada sobre todo desde la perspectiva de la tendencia actual de la corrección política global, que busca moldear conductas de una manera más bien homogénea.
Este tema es brillantemente expuesto por el texto de Field en la voz de Cate Blanchett y los entretelones del mundo profesional de la música de orquesta pero que podría tratarse de cualquier otra profesión del mundo del arte, el espectáculo o la política.
Tar pondrá el acento en esa discusión a los espectadores con fuerza nuevamente. Si bien el texto de Field toma una postura sobre ese conflicto que le genera al personaje de Blanchett una serie de consecuencias en su desarrollo dramático, lo interesante no es si el director-escritor eligió un camino sino el generar un debate que actualmente se lleva a cabo en muchas arenas principalmente del arte y el entretenimiento con los casos por citar algunos el de Woody Allen y Roman Polansky afamados directores envueltos en un escándalo y si se debe o no juzgar o apreciar su obra por ello.
Volvemos ala pregunta ¿ Se debe separar al artista de su comportamiento como persona? aquí entramos en una formulación que no es posible de una forma unidireccional, se necesitan matices y esos matices pueden darnos opciones para elegir, pero esa elección no debe representar la exclusión irrevocable de su contrario.
Es decir esta cultura de la cancelación per se sin matices podría dejarnos sin referentes y sin artistas, pero la aceptación abierta de la posibilidad de tener como referentes a oscuros y siniestros personajes nos colocaría en el terreno del cinismo, pero eso no significa que podamos apreciar una obra de arte magnífica en su elaboración venga de quien venga como "El triunfo de la Voluntad" una obra maestra del cine mudo gestada con dinero Nazi por Leni Riefenstahl. Entonces mi postura es la de no denigrar la posibilidad de elegir.
El texto de Field es constructivo al respecto logra darle tinta y pincel a Blanchett para desarrollar su estupenda actuación muralista, que ofrece distintos registros y de forma muy sutil se mete el que quizá sea uno de los debates más importantes en el mundo del arte de nuestros tiempos.
El diseño de producción, y la fotografía los calificaría de muy buenos sin llegar a la excelencia, pero el tridente dirección guion, actuación forjan un estupendo film que sin duda estará entre los más premiados de la Academia de Hollywood en 2023.
Actualmente pueden encontrarla en el circuito de cartelera de arte a donde se llevará la película como parte de la Muestra de la Cineteca Nacional y a principios del año que viene tendrá su estreno comercial no se la pierdan por que se trata de un interesante debate del cual hay que formar parte.
Nácxit L.S.
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