No hay que engañarnos hay muchas propuestas más interesantes que esta película casi desde cualquier punto de comparación en el año, pero eso no significa que Barbie sea una mala película.
Es una gran sorpresa que durante el año haya existido una historia como el guión de Barbie de Greta Gerwig y Noah Baumbach, pero es una sorpresa con cierta sobrevaloración, más allá de que se trate de un guión con cierta frescura en el mundo del mainstream, al lado de los verdaderos films feministas resulta un tríptico para principiantes.
Sin duda es un film muy divertido e ingenioso en cierto nivel básico, con una gran fotografía de Rodrigo Prieto y actuaciones interesantes de Ryan Gosling y America Ferrara, un diseño de producción potente como lo pueden ser películas con tanto presupuesto, pero de ahi a que esté entre lo mejor del año, lo dudaría un poco, yo la catalogaría como una ejemplificación de lo que las marcas, los verdaderamente poderosos ejecutivos hombres blancos quieren que entendamos de forma satírica, la manera en que la realidad los ha rebasado aunque ellos no hayan perdido el poder.
Pero eso no significa que le quitemos el valor a este tipo de ejercicios autorales, se deben tener, son históricamente necesarios, pero siempre hay que distinguir entre las verdaderas intenciones de los dueños del dinero, y de las producciones y No confundir diciendo que la liberación femenina llegó al número uno de la taquilla del año con lo que realmente es, una forma bastante sutil por parte de la autora de burlar hasta donde le fue posible el patriarcado realmente existente, incluso en la construcción de un proyecto aparente feminista, pero que a ojos más claros, es más bien un comercial embarrado de la hipocresía del marketing de lo políticamente correcto.
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